La Vinotinto se reprueba en su propio examen

lunes, 11 de junio de 2012


¿Es duro dar la cara después de una derrota?, le preguntaron a Oswaldo Vizcarrondo. Varios de sus compañeros habían recorrido el mismo camino que él, saliendo del vestuario, atravesando la zona mixta, pero sin pararse a dar una impresión. El central sí lo hizo, se detuvo y analizó al desempeño del equipo entremezclando la autoridad de haber estado dentro de la cancha y la capacidad verbal del periodista, una virtud que heredó de la familia de su padre, vinculada a los medios.

No obstante, la voz de Vizcarrondo no fue la única crítica. Entre los puntos reprobados, el zaguero destacó la imposibilidad para generar fútbol.

"Esto es una experiencia que nos sirve para buscar mas volumen de juego", ya que según él, el equipo abusó de buscar a los delanteros con pelotazos.

La incidencia de los cambios también le pareció por debajo de lo que esperaba, sin embargo, avisó que la derrota era "una responsabilidad del grupo", evitando señalar a alguien en específico.

Ni a Del Valle ni a Orozco ni a Guerra, quienes no pudieron cambiar el partido desde la banca, ni a los encargados de defender los costados quienes estaban avisados de que ese era el punto fuerte chileno. "Lo sabíamos, lo habíamos practicado pero en el partido se hizo difícil contenerlos", apuntó Luisma Seijas, quien siguió sumando elementos en el ejercicio de autocrítica, al destacar que su rival terminó más entero físicamente.

Esa diferencia en el aspecto físico terminó acentuándose cuando al cuadro criollo le tocó correr detrás del balón, que era controlado por los chilenos.

"El equipo nunca tuvo la pelota y eso es fundamental. Se la dimos a ellos, que tienen jugadores muy buenos", intervino Roberto Rosales, otro de los que participó en el debate. "Los dejamos jugar mucho, nos pusimos demasiado atrás", valoró Gabriel Cichero.

Todos ellos fueron, en parte, culpables de cada una de las cosas que evaluaron negativamente, sin embargo, no escondieron la cabeza. "Esta es una carrera de fondo y con obstáculos, hoy nos apareció uno pero debemos superarlos y seguir hacia adelante", apuntó optimista Julio Álvarez. Él también participó en el ejercicio de autocrítica, que terminó con la conclusión de que lo perdida del sábado no es irrecuperable. Por eso cuando le preguntaron a Vizcarrondo sobre lo difícil que era dar la cara en un momento así, el zaguero respondió: "Te queda un mal sabor porque perdimos una batalla, pero no hemos perdido la guerra".


EN

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Zoom, Arte&Cultura © 2011 | Diseñado por Pedro Piña