Sieteocho Danza Contemporánea está de fiesta. La compañía caraqueña, ganadora del Premio Municipal de Danza 2011 al mejor grupo, cumple su quinto aniversario. Y lo celebrará con una programación que incluye el montaje de cuatro de sus obras más importantes.
El grupo, dirigido por Armando Díaz, iniciará sus festejos con el reestreno deHilo de hadas. La obra, que tuvo su estreno a finales del año pasado, es un pequeño homenaje a Alberto Grau. Un espectáculo en el que se entrelazan dos discursos: el escénico y el coral.
La pieza, basada en composiciones del músico español venezolano, narra la historia de una niña que vive una realidad paralela, con voces que la acompañan en su aventura: Karen Díaz, Ana Rodríguez, Alejandra Márquez, Geraldine Ruiz, Adela Garcés, Adriana Meléndez, Cristina Vogeler, Selene Quiroga y Victoria Díaz. Todas ellas bajo la dirección de Elizabeth Garaicochea.
Hilo de hadas iniciará el 10 de febrero. Y estará en la sala de conciertos de la Unearte hasta el 19 de este mes. Luego le seguirán Contenido Neto, Lo que no se dice y Súbito, otras tres obras de su repertorio, para cerrar el quinto aniversario.
El otro lado
Sieteocho Danza Contemporánea celebra hasta donde puede. Armando Díaz, su director, sabe de la dificultad de mantener una agrupación dancística en el mundo de hoy. "Por la falta de apoyo, por no tener espacio, por no tener dinero para producir, por no poder crear como se debe porque hay que trabajar para poder vivir", indicó el también coreógrafo y bailarín.
El colectivo, que se define como una compañía en constante movimiento, búsqueda e investigación coreográfica, ha tenido que arreglárselas solo para sobrevivir. Y así, otras. "La mayoría de las compañías no tenemos espacios de trabajo. Esa es una de las condiciones idóneas con las que uno debería contar. Hay fundaciones, como el Teresa Carreño, que prestan los suyos para practicar".
Así, la agrupación capitalina tiene varias anécdotas que contar. Cinco años, para sus integrantes, es bastante. "A mí me ha tocado tener que trabajar en la sala de mi casa, o robarnos espacios en las escuelas. Los primeros cuatro años, toda la producción salía de mi bolsillo. Hasta que por fin logramos un apoyo algo más grande en 2011 con Hilo de hadas", agregó.
Y así está Sieteocho, trabajando para montar sus espectáculos año tras año, intentado seguir adelante. "Lo bonito de todo esto son las ganas que puedes tener. Eso sí, no sé hasta qué punto seguiremos siempre así", cerró Díaz. De momento, celebran su aniversario.
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