Cuenta la leyenda que espíritus de militares aparecían en las noches para asustar a los obreros que trabajaban en la construcción de la estación de Metro Propatria. Antes, funcionaba allí el Cuartel Urdaneta, el cual fue demolido para el levantamiento de dicha estación.
El nombre de este sector tiene su origen en el sindicato Propatria-Venezuela, que en 1941 tenía su asentamiento en este sector, ubicado en el extremo oeste de Caracas.
Esta es una de tantas historias que pueden ser vistas en la muestra Un Metro de historia y futuro, expuesta en las paredes de la estación de Metro Bellas Artes.
Realizada con motivo de la celebración de los 34 años de fundación del Metro de Caracas, la muestra recorre la historia de los nombres de 18 estaciones de las líneas 1, 2 y 3, sus formas y colores.
Por ejemplo, la estación Gato Negro debe su nombre a que hace años en ese lugar había un botiquín decorado con el dibujo de un felino negro. Debido a la familiaridad que los habitantes tenían con el establecimiento, decidieron bautizar con ese nombre el sector, ubicado en la parroquia Sucre.
Por su parte, la estación Silencio tiene el mismo nombre que la urbanización ubicada en el centro de Caracas, cuya denominación se relaciona con una supuesta maldición en forma de peste bubónica que lanzó el sacerdote de la época Carabantes para "purgar las inmoralidades" que supuestamente ocurrían en el sector que antes se llamaba El Tartagal.
La peste acabó con casi toda la población y un artículo de un periódico local reseñó: "Y sólo quedó el silencio" en referencia a la gran cantidad de fallecidos.
Otra pared de la muestra está dedicada a los proyectos que desarrollará el Metro de Caracas en los próximos años.
Entre ellos, el Metrocable Mariche, que tiene como objetivo integrar un sistema teleférico al Metro de Caracas, que será similar al Metrocable San Agustín y que busca mejorar la calidad de vida de aproximadamente 90 mil habitantes de esa localidad mirandina.
AVN
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