La Feria Iberoamericana de Arte cerró sus puertas con éxito. La Cacri (Caracas Arte Contemporáneo) también satisfizo a las galerías participantes. La primera edición del evento, que se realizó hasta el lunes en el Parque Cultural Hacienda La Trinidad, terminó con las ganas de volver en el 2013.
El encuentro sirvió como una feria alternativa a la FIA, en la que reina el coleccionismo propio de esos eventos. Cacri priorizó el arte contemporáneo: jóvenes que exhibían sus piezas en una programación que incluyó perfomances o intervenciones en sitio, charlas, foros y algunas otras actividades.
El lado comercial también resultó favorable a los galeristas. Faría+Fábregas, por ejemplo, vendió fotografías e instalaciones. La galería ubicada en Chuao, que participó en los dos eventos artísticos, llevó a Cacri a sus noveles representados. "Lo que llevamos para la FIA fueron joyas de maestros que van de los años 50 a los 80. Obras para grandes coleccionistas. A Cacri le dimos oportunidad al arte contemporáneo", contó Ana Teresa Fábregas, directora de la galería que también fue coorganizadora de la feria.
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A Carmen Araujo también le agradó la primera experiencia. "Más allá de las ventas, que fueron buenas, salimos contentos por la dinámica que hubo. Fue una propuesta acorde con las galerías que intervenimos. Aunque exhibimos obras para un público específico, la idea es ampliar el mercado", aseguró la directora de la galería de la urbanización Sorokaima.
Al Borde, de Maracaibo, fue otro de los participantes. "Cacri nos sirvió para abrir un diálogo en torno al arte. También como una ventana para exhibir a nuestros artistas. Parecía una gran exhibición, no una feria por estands. La gente se interesó por nuestro trabajo como para volver en futuras ediciones", indicó el artista Camilo Barboza, uno de los encargados del espacio occidental.
La Organización Nelson Garrido también exhibió lo suyo. Y tuvo sus transacciones: vendió piezas de Beto Gutiérrez, José Joaquín Figueroa y María Antonia Rodríguez. También quedó agradado con la propuesta. "Fue algo súper fresco. Un esfuerzo colectivo en el que hubo conferencias, buenas charlas. Si se sigue trabajando con ese espíritu, Cacri será un proyecto sustentable en el tiempo. Quizás, para el próximo año, habría que invitar a galerías más jóvenes", explicó Gala Garrido, una de las directoras de la institución artística.
Luis Romero también cree que hay algunas cosas por mejorar para ediciones próximas. "A lo mejor extenderlo un día más hubiese sido interesante. Quizás, habría que llegar a acuerdos futuros con la FIA para generar una situación de transporte que nos beneficie a todos", dijo el otro organizador de Cacri, que reunió a más de 30 artistas por cuatro días.
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