Vicente Antonorsi: "Ahora no sé si soy artista"

viernes, 8 de junio de 2012

Vicente Antonorsi (Caracas, 1952) decidió desinhibirse. Aceptó que es un arquitecto que hace esculturas y, a la vez, un artista que hace arquitectura. Así de simple. El creador, que antes trataba de ocultar su profesión, ahora descubre que llegó al punto de no saber si sus obras recientes provienen de la arquitectura o van hacia allá. Todo esto porque, manteniendo su lenguaje, decidió desdoblar en repetidas ocasiones el cubo hasta volverlo plano. 

El resultado lo muestra en la exposición Vicente Antonorsi, que se inaugura el domingo en la Galería La Cuadra, en Los Palos Grandes. "Yo venía trabajando el cuadrado en mis investigaciones anteriores. Siempre quise separar mi expresión de arquitecto con la de artista. Pero resulta que ahora yo no sé si estas obras vienen de la arquitectura o van hacia la arquitectura. Es que estas obras podrían funcionar para dividir espacios, como una reja de algún jardín o un estante. ¡Aquí hay como un no sé qué!", dice Vicente Antonorsi. 

Ese "no sé qué" se transformó en un guiño abierto a la obra bidimensional. Piezas hechas en madera contrachapada, acrílico, vidrio, mármol, baquelita y piezas de Lego. 

Luego de desdoblar los cubos y cuadrados, el artista decidió unirlos como si fueran láminas, unas sobre otras. En ese proceso se unieron diversos trazos que formaron dibujos. Vicente Antonorsi dice que se divirtió creando. 

"Partí de tres cubos con ciertos dibujos perforados y luego los desdoble como quien va a desarmar un cubo. Lo hice muchas veces con varios. Luego los puse uno al lado del otro. Y como tenían huecos grandes, fueron formando dibujos aleatorios. Ahí ves eles, líneas verticales, formas distintas... ¡Yo no intervengo en ellas", exclama con sorpresa. 

De esta manera el dibujo bidimensional y las formas tridimensionales se apoderan de la sala de la Galería La Cuadra, donde el espectador podrá ver cubos transparentes colgados de la pared que, gracias a la luz, generan trazos que en realidad no existen. 

"Te acercas a la pieza de cubos transparentes y no ves los trazos. Pero de lejos, esa obra provoca dibujos en la pared. Es una manera de dibujar sin dibujar. Ves como si las líneas que marcan la obra estuviesen pintadas en la pared. Aquí quedo en evidencia como arquitecto. O mejor dicho, ¡ahora yo no sé si soy artista!", afirma él. 

Pero ese trazo transparente no es lo único que sorprendió a Vicente Antonorsi cuando hace un año comenzó a realizar estas esculturas. El artista, además, decidió utilizar una serie de materiales que iba más allá de su tradicional madera contrachapada. Así fue como llegó a la baquelita -fórmica-, material que hizo que hasta su lenguaje diera un gran giro. Tanto, que las dos piezas hechas de baquelita le parecerán a cualquiera un juego de Tetris. 

"Sí, claro. Yo jugué con mis hijos. Uno cree que a veces la mente lo traiciona, pero son jugadas interesantes. Y esa pieza es parte de eso. Yo trabajo mucho con mi psiquiatra acerca de las formas que hago. Porque a veces digo: '¿Esto salió de mí?'. Y sí, hay cosas que hago y otras que me sorprenden. Este no es mi tipo de dibujo. Si lo ves bien, tiene formas aztecas. Es una explosión azteca. ¿Será que dentro de mí nacen estas formas? Sé que siento placer cuando veo nuestras obras precolombinas. Por eso me encanta que aparezcan. Quizás fue por una voluntad interna o por algo fortuito, pero ahí están las formas". 

El artista acepta que, sin proponérselo, está escribiendo una nueva línea en su trabajo. "¡Esto me encanta! Es como armar un rompecabezas. Volver a utilizar el Lego, que me recuerda las primeras formas que creé. Toda mi vida he querido tener distintas ocupaciones. Además de ser arquitecto quería ser artista. Me hubiera encantado llamarme de formas distintas. Esa sensación me la dan mis nietos, que me llaman distinto. En fin, lo cambios fuertes me gustan", concluye el arquitecto y escultor.


EU

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