Cada vez que el zuliano Heberto Guanipa comienza su rutina de ejercicios en el gimnasio, toma la cuerda para hacer fuerza en sus brazos y se imagina jalando el anhelado cupo dentro de la selección nacional de baloncesto.
El alero fuerte, oriundo de Maracacibo, es uno de los 29 convocados por la Federación Venezolana de Baloncesto (Fevebaloncesto) para definir el elenco que representará a Venezuela en el Suramericano de Argentina, del 18 al 22 de junio, y el Preolímpico Mundial, que se celebrará en Caracas, del 2 al 8 de julio.
La figura de la universidad Saint Thomas, con sede en Miami, es uno de los jóvenes talentos que cursan estudios en Estados Unidos y quieren demostrar que son capaces de quedar entre los 12 definitivos.
Para Guanipa, ese es el norte. “Es algo emocionante haber sido convocado. Ya he tenido la oportunidad de representar a Venezuela en tres o cuatro torneos y me fue bien. Para mí es un orgullo que me hayan llamado”.
El aspirante al grado de contador público vistió el uniforme vinotinto en las categorías cadete, juvenil y Sub 17, durante 2005 y 2006. Además, formó parte del elenco campeón en la segunda edición de los Juegos del Alba.
“Voy a hacer todo lo posible por quedarme en el equipo de mayores. Representar a tu nación genera una emoción que no se puede describir. Me obliga a pensar que me romperé el alma por mi país”, dijo el joven de 21 años.
El zuliano fue contactado por el ente federativo a través de Wolfgang Lucena, entrenador larense de baloncesto, quien gestionó la llegada de Guanipa al circuito universitario norteamericano.
“Ellos vinieron a Miami y se reunieron con nosotros en un almuerzo. Carmelo (Cortez, presidente de Fevebaloncesto) nos contó lo que ellos quieren. Quedó muy satisfecho y nos preguntó si queríamos ir a Venezuela”, expresó el marabino, quien estuvo acompañado por los otros aspirantes Juan Coronado y Daniel Herrera.
“La última vez que estuve en Venezuela fue hace como tres años. No he visto a mi familia desde que me fui a Norteamérica. Es difícil, pero es el pretexto para motivarte y salir adelante. Desde que llegué el pasado domingo, no los he podido ver”, destacó.
Guanipa, quien arribó el pasado domingo a la capital del país desde Miami, dijo presente desde el primer día de entrenamientos, el martes, en el “José ‘Papá’ Carrillo”, en Caracas, y se puso a las órdenes del técnico Brad Greenberg, junto con Greivis Vásquez, Michael Flores, Francisco Centeno, Jorge Rondón, Coronado y Herrera.
El marabino no siente desventaja por la llegada de colegas en su rol, como Gregory Echenique y José Bravo, quienes ya militaron con la delegación criolla en el Preolímpico de Mar del Plata de 2011. “Mi juego es distinto. Tengo lanzamientos a distancia que no es un común para mi posición. Yo juego con el corazón y le pongo todo. A mí no me importa quién pueda estar por encima de mí, yo vine a echarle bolas porque ellos son iguales que yo”.
En 2007 salió de Venezuela y regresó en agosto de 2009, luego de concretar los requisitos para una beca deportiva y académica en Carolina del Norte, con el reto de todo jugador de baloncesto de recorrer el duro camino que lo puede llevar a la NBA.
“Es algo diferente, porque uno viene de su país a jugar con los mejores de aquí, pero a la final es lo mismo. Es la misma pelota, los mismos fundamentos, lo único es que allá hay más competencia. ¿Que en mi país yo soy el más alto?, en Estados Unidos, hay cientos iguales que yo. Es algo que te hace competir y mejorar”, aseveró el zuliano.
La vida se le hizo difícil. “Cuando salí de Venezuela no sabía nada de inglés, la cultura es diferente a la de Maracaibo. Estaba forzado a aprender el idioma, porque donde estaba habían dos amigos que solo hablaban inglés. Eso fue lo que más me costó, porque para mí el básquet es la misma cosa. Era lo único que entendía”.
El boleto que llevó a Guanipa fuera de nuestras fronteras llegó tras sudar la camiseta de la selección de Zulia. “Un día ‘Kabubi’ (Jorge Arrieta) me pasó por un lado y me dijo: ¿Tú quieres irte a jugar en Estados Unidos? Después de eso, me llamaron para la selección de Venezuela. Luego, Lucena me contactó y me impulsó. Fue la persona que más me ayudó, pero hay mucha gente que me tendió su mano”.
En su segundo año, el alero de los Linces de Saint Thomas promedió 2,4 rebotes y 2,8 puntos por encuentro durante la pasada campaña, en el baloncesto de la National Association of Intercollegiate Athletics (Naia). “Representar a Venezuela es estar entre los mejores del mundo. Es llegar a un alto nivel”.
Heberto, el segundo de tres hermanos, espera que la experiencia con la preselección sea para madurar. “Desde que me convocaron, decidí trabajar duro. Voy preparado y ojalá quede en la selección. Si eso pasa, dejaré mi vida en la cancha”.
El alero fuerte, oriundo de Maracacibo, es uno de los 29 convocados por la Federación Venezolana de Baloncesto (Fevebaloncesto) para definir el elenco que representará a Venezuela en el Suramericano de Argentina, del 18 al 22 de junio, y el Preolímpico Mundial, que se celebrará en Caracas, del 2 al 8 de julio.
La figura de la universidad Saint Thomas, con sede en Miami, es uno de los jóvenes talentos que cursan estudios en Estados Unidos y quieren demostrar que son capaces de quedar entre los 12 definitivos.
Para Guanipa, ese es el norte. “Es algo emocionante haber sido convocado. Ya he tenido la oportunidad de representar a Venezuela en tres o cuatro torneos y me fue bien. Para mí es un orgullo que me hayan llamado”.
El aspirante al grado de contador público vistió el uniforme vinotinto en las categorías cadete, juvenil y Sub 17, durante 2005 y 2006. Además, formó parte del elenco campeón en la segunda edición de los Juegos del Alba.
“Voy a hacer todo lo posible por quedarme en el equipo de mayores. Representar a tu nación genera una emoción que no se puede describir. Me obliga a pensar que me romperé el alma por mi país”, dijo el joven de 21 años.
El zuliano fue contactado por el ente federativo a través de Wolfgang Lucena, entrenador larense de baloncesto, quien gestionó la llegada de Guanipa al circuito universitario norteamericano.
“Ellos vinieron a Miami y se reunieron con nosotros en un almuerzo. Carmelo (Cortez, presidente de Fevebaloncesto) nos contó lo que ellos quieren. Quedó muy satisfecho y nos preguntó si queríamos ir a Venezuela”, expresó el marabino, quien estuvo acompañado por los otros aspirantes Juan Coronado y Daniel Herrera.
“La última vez que estuve en Venezuela fue hace como tres años. No he visto a mi familia desde que me fui a Norteamérica. Es difícil, pero es el pretexto para motivarte y salir adelante. Desde que llegué el pasado domingo, no los he podido ver”, destacó.
Guanipa, quien arribó el pasado domingo a la capital del país desde Miami, dijo presente desde el primer día de entrenamientos, el martes, en el “José ‘Papá’ Carrillo”, en Caracas, y se puso a las órdenes del técnico Brad Greenberg, junto con Greivis Vásquez, Michael Flores, Francisco Centeno, Jorge Rondón, Coronado y Herrera.
El marabino no siente desventaja por la llegada de colegas en su rol, como Gregory Echenique y José Bravo, quienes ya militaron con la delegación criolla en el Preolímpico de Mar del Plata de 2011. “Mi juego es distinto. Tengo lanzamientos a distancia que no es un común para mi posición. Yo juego con el corazón y le pongo todo. A mí no me importa quién pueda estar por encima de mí, yo vine a echarle bolas porque ellos son iguales que yo”.
En 2007 salió de Venezuela y regresó en agosto de 2009, luego de concretar los requisitos para una beca deportiva y académica en Carolina del Norte, con el reto de todo jugador de baloncesto de recorrer el duro camino que lo puede llevar a la NBA.
“Es algo diferente, porque uno viene de su país a jugar con los mejores de aquí, pero a la final es lo mismo. Es la misma pelota, los mismos fundamentos, lo único es que allá hay más competencia. ¿Que en mi país yo soy el más alto?, en Estados Unidos, hay cientos iguales que yo. Es algo que te hace competir y mejorar”, aseveró el zuliano.
La vida se le hizo difícil. “Cuando salí de Venezuela no sabía nada de inglés, la cultura es diferente a la de Maracaibo. Estaba forzado a aprender el idioma, porque donde estaba habían dos amigos que solo hablaban inglés. Eso fue lo que más me costó, porque para mí el básquet es la misma cosa. Era lo único que entendía”.
El boleto que llevó a Guanipa fuera de nuestras fronteras llegó tras sudar la camiseta de la selección de Zulia. “Un día ‘Kabubi’ (Jorge Arrieta) me pasó por un lado y me dijo: ¿Tú quieres irte a jugar en Estados Unidos? Después de eso, me llamaron para la selección de Venezuela. Luego, Lucena me contactó y me impulsó. Fue la persona que más me ayudó, pero hay mucha gente que me tendió su mano”.
En su segundo año, el alero de los Linces de Saint Thomas promedió 2,4 rebotes y 2,8 puntos por encuentro durante la pasada campaña, en el baloncesto de la National Association of Intercollegiate Athletics (Naia). “Representar a Venezuela es estar entre los mejores del mundo. Es llegar a un alto nivel”.
Heberto, el segundo de tres hermanos, espera que la experiencia con la preselección sea para madurar. “Desde que me convocaron, decidí trabajar duro. Voy preparado y ojalá quede en la selección. Si eso pasa, dejaré mi vida en la cancha”.
Panorama
0 comentarios:
Publicar un comentario