Gregory y José, los hermanos Vargas, no querían darle ningún tipo de respiro a Cocodrilos de Caracas. Con 7:05 por jugar del cuarto período los capitalinos, jugando en casa, llegaron a tener una ventaja de 19 puntos (85-66), diferencia que lucía lejana de alcanzar para Marinos de Anzoátegui. Sin embargo, los parientes se combinaron en el último cuarto para cerrar una remontada épica, que terminó con la victoria 93 por 91 y dejó la semifinal 3 por 0 a favor de los navales.
"Mi hermano menor me motivó. Al principio del partido estaba ido, desubicado en la cancha. Cuando entramos al último cuarto me dijo que tomara la pelota, que él me necesitaba, y así pude concentrarme", dijo José al finalizar el choque.
Así fue, el empuje de Gregory lo motivó. Los Vargas anotaron 21 de los 33 puntos del Acorazado en el cuarto parcial y se fajaron en defensa también para apenas permitir 18 tantos de los de casa, coronando de esta manera un regreso de colección.
"Como siempre lo he dicho estamos para remontar lo que sea", dijo Gregory. "Tuvimos la paciencia para volver. Tenemos 16 años viviendo juntos, se vio la conexión de hermandad.
Nos pudimos leer la mente".
El piloto cerró un juego sensacional, por no buscar otro calificativo. Fue el máximo anotador de su equipo con 27 puntos, repartió 6 asistencias y además ganó 4 pelotas.
Por si fuera poco, el tiro del juego estuvo en sus manos y no lo desperdició. El aragüeño anotó una canasta cercana al aro cuando restaban apenas 7 segundos para poner a su equipo arriba 92 por 91.
Después de la conversión, Cocodrilos solicitó un descuento de tiempo y tuvo el balón en sus manos para buscar dos puntos que le dieran otro empuje en la serie. No obstante, Leandro Garciamorales perdió el balón y ya todo estaba sentenciado. Un libre de Gregory tras una falta dejó el marcador definitivo.
"Esta victoria resume todo lo que ha sido Marinos esta temporada: El corazón de Gregory, una banca profunda y mucha entrega. Ellos sintieron la presión y la aprovechamos", destacó el técnico naval, Jorge Arrieta.
La nota negativa para Anzoátegui fue que Axiers Sucre y Oscar Torres salieron lesionados.
El primero sufrió un choque de rodilla y debe estar listo para el juego de hoy, mientras que con el segundo el panorama es más complicado, pues padeció un tirón en su pierna derecha y necesitará recuperación.
Cocodrilos no tiene mañana.
Con una derrota esta noche se despedirán de la temporada, y quizás también será el adiós de un exitoso ciclo. Para evitar eso, la gerencia contrató al base Geral Fitch, que viene de jugar la ACB de España con el Unicaja de Málaga.
"Ya tenemos mucho del camino recorrido. Nunca hemos perdido dos partidos seguidos en la temporada", recordó Arrieta, dato que pone más oscuro el panorama de Cocodrilos en la semifinal.
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