Noruega venía de sufrir una ola de calor que registró las más altas temperaturas de la última década.Tal parece ser que ese calor llegó con la Sinfónica Juvenil de Caracas, que con su fogosidad musical se hizo sentir este lunes en el Oslo Konserthus, una de las salas más codiciadas de Europa por su extraordinaria acústica.
Ese fue el escenario donde la orquesta de la juventud caraqueña ofreció un concierto histórico, durante el cual se reveló como una orquesta sólida y que ha ido alcanzando madurez de una manera vertiginosa, superando su propia “marca” en relación a las presentaciones que realizó el año pasado, en la misma ciudad y por la misma época.
Bajo la batuta de un inspirado Dietrich Parades, la orquesta interpretó Francesca da Rimini, autoría de Piotr Ilich Tchaikovsky, obra llena de pasajes y transiciones musicales complejas, representando un reto para cualquier orquesta profesional pero que la Sinfónica Juvenil de Caracas colmó de audaces colores y tonalidades sonoras, y de audaces juegos de resistencia y virtuosismo interpretativo.
Luego, el intermedio del concierto, no consiguió bajar la intensidad. Todo lo contrario: el concierto a su clímax cuando los venezolanos tocaron la Sinfonía N° 10 de Dimitri Shotakovich, que el exigente público noruego aplaudió con un entusiasmo inusual.
“El triunfo en Portugal fue sorprendente, pero no podíamos confiarnos, tomamos la inspiración de esa experiencia y nos alimentamos de ella para seguir trabajando duro. Desde que llegamos a Oslo no dejamos de ensayar, ni de estudiar, porque sabemos que debemos enfrentar esta semana fuertes compromisos y el concierto de este lunes pasado fue una prueba de ello: nos volvimos a superar a nosotros mismos”, expresó Dietrich Paredes, cuya elegante técnica para dirigir y sobre todo, para marcar los tempos, ha sido elogiada tanto en Portugal como durante este primer concierto en Oslo.
Sigmund Jaang, director de la Norwegian Opera Orchestra, aplaudió de pie a la orquesta venezolana y al terminar el concierto no cabía en su asombro. “Esto es fantástico, he escuchado la Francesca da Rimini interpretada muchas veces por orquestas profesionales, lo hacen perfecto, pero les falta esa pasión, esa expresividad y esa fuerza con la que la Sinfónica Juvenil de Caracas la interpretó esta noche… (…) Es así como debe sonar esta obra, tal y como la interpretaron estos talentosos jóvenes”, destacó Jaang.
Otro sorprendido fue nada menos que Stephan Barratt-Due, director del Conservatorio Barratt-Due de Noruega, institución que precisamente lleva en conjunto con la Fundación Musical Simón Bolívar la iniciativa de la orquesta binacional NORVE.
“Este concierto fue sorprendente, la orquesta tocó al nivel de una orquesta profesional, estoy muy contento y entusiasmado de tenerlos aquí en Noruega, más aún sabiendo que muchos de estos jóvenes conformaran la orquesta binacional (…) Será una gran oportunidad de intercambio. Pienso que en Noruega tenemos mucho que aprender del maravilloso Sistema creado por el maestro José Antonio Abreu”, comentó.
“Un concierto así solamente se escucha cada 10 años. La Sinfónica Juvenil de Caracas tocó al más alto nivel sinfónico, tocar mejor es imposible, pero lo imposible se supera, y estoy seguro que la orquesta seguirá superándose en los siguientes conciertos”, expresó después del concierto un emocionado y satisfecho maestro Abreu, quien personalmente (como lo hizo en sus primeros años con la Sinfónica Simón Bolívar y con las selecciones de las orquestas infantiles y juveniles) ha ensayado con la Juvenil de Caracas durante los últimos dos años.
El Sistema invade Noruega
Luego de obtener su primera victoria en Oslo, la SJC estará dividida en dos grupos: el primero, conformado por una selección de 80 músicos, pasará a integrar la orquesta binacional NORVE (Noruega – Venezuela), viajando a la ciudad de Bergen para ofrecer 3 presentaciones; los otros 120 músicos de la agrupación, seguirán la gira con 5 conciertos en Oslo y en ciudades vecinas, desde el martes 29 de mayo hasta el sábado 3 de junio.
Se presentarán en Hokksund, Drammen, Moss, Hamar y Lillehammer, localidades circundantes de Oslo, que sumado al concierto de este lunes, equivalen a 6 presentaciones contínuas.
Precisamente esta capacidad de trabajo y su autosuperación, fueron destacadas por el Embajador de Venezuela en Noruega, José Sojo Reyes. “Del año pasado a esta noche, se siente que estos músicos venezolanos han realizado un profundo trabajo… es un entrenamiento que se siente en las ejecuciones que han hecho hoy y estamos muy conmovidos e impresionados por lo que hemos escuchado. Y no se necesita ser crítico musical para sentir que lo que escuchamos tiene el sello de la perfección. Ahora vamos por la consolidación de toda la plataforma que organizamos el año pasado para que se materializara la Orquesta Binacional, que esperamos sea todo un éxito y programa de intercambio permanente”, dijo.
“Trabajar todo lo que sea necesario hasta lograr los objetivos soñados” es el lema que mueve a los integrantes de la Sinfónica Juvenil de Caracas y le ha funcionado muy bien. Una de las principales orquestas juveniles del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar – adscrita al Ministerio del Despacho de la Presidencia de la República – y que cuenta con los auspicios de la Alcaldía del Municipio Bolivariano Libertador.
Prensa FundaMusical Bolívar
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