Celta de Vigo cerró la temporada 1987-88 en Sevilla, hace casi 24 años. En el partido, cuando corría el minuto 50, José Luis Mosquera Losada se empeñó en plasmar las primeras líneas de un venezolano en la Liga española.
“Yo nací en Venezuela, en Caracas, y me parece que soy el primer venezolano en jugar en España”, recuerda vía telefónica el exjugador, quien no esconde su vínculo con el país, a pesar de estar residenciado en Vigo desde 1973, cuando tenía seis años.
“No he ido desde hace mucho tiempo a Venezuela, tiene que haber cambiado mucho”, lamenta, “pero todavía tengo familia allá. Tíos y primos por parte de mamá y papá, y cada vez que vienen hablamos de cómo está todo”, aseguró el ahora entrenador.
Su nombre, desconocido por muchos, pasó por debajo de la mesa cuando hace algunos días el diario Marca, de España, aseguró que entre los jugadores nacidos en Venezuela habían marcado 100 goles en la Primera División española, algo lejos de la realidad.
“A esos los denuncio yo por mal informar”, dijo divertido Mosquera. “No es algo para ir de chulesco por ahí, pero me siento orgulloso de mi vínculo con el país y lo que pueda significar eso para el fútbol venezolano”, expresó.
“Creo que abrí un poco las puertas para los demás”, explicó el autor del primer tanto en España, en aquel partido contra Sevilla, 24 años atrás.
“Fue muy especial. Había un muy buen equipo en Celta y ya era la última fecha. Se hablaba de que me podían ceder y al final hice ese gol, en Sevilla, que abrió el marcador y me terminé quedando. Fueron seis años con el equipo”, recordó el otrora delantero, quien guarda entre sus recuerdos más queridos su debut en Copa del Rey, con gol incluido.
En la Primera División ibérica, después de aquel gol, se han gritado 109 más, muchos de ellos celebrados en Venezuela gracias a la cercanía que puede generar la televisión con el viejo continente.
Han pasado 24 años, pero las condiciones siguen siendo las mismas. “Meter goles es difícil siempre. Es la meta, el objetivo en cualquier partido, y es difícil porque hay un equipo contrario, con otros once jugadores, que no quieren que les hagas los goles”.
El último fue el que le hizo Salomón Rondón a Granada el lunes. Un tanto amargo, pues no evitó la derrota de los suyos. “No me importa el gol”, confesó el artillero a los medios españoles que esperaban al vinotinto, una condición que no llegó a cumplir Mosquera en ninguna de las categorías del combinado nacional.
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